lunes, 2 de diciembre de 2013

Tres Años en el Tibet, de Ekai Kawaguchi

A pesar de ser uno de los relatos de viaje más arduos y apasionantes del mundo, es la descripción fidedigna de una historia real.

Comencé a leer este libro hoy. Es el fascinante relato de un monje budista japonés que emprende una peregrinación hacia Tibet a finales del siglo XIX. Tibet era conocido como el Reino Prohibido, adonde ningún extranjero podía entrar, y aquéllos que lo intentaban eran ejecutados, ya fuera por las autoridades o por los bandidos que merodeaban la región.

A pesar de que todos trataron de disuadirle de lanzarse en esa misión suicida, el autor está determinado a no dejarse intimidar, pues su plan es llegar a estudiar los orígenes del budismo y la vida de Buda de las más valiosas e inaccesibles fuentes tibetanas. Él quería estudiar las sagradas escrituras tibetanas allí, dentro del Reino Prohibido. Pero para eso necesita llegar cerca de los Himalayas y estudiar tibetano durante un año y medio. Luego, pretender volver a casa para no ser delatado por los refugiados tibetanos que lo habían conocido y que sabían cuáles eran sus intenciones. Luego de decidir que su mejor entrada a Tibet sería a través de los Himalayas nepaleses, debe estudiar el idioma nepalés para poder sobrevivir en esas tierras que jamás habían sido pisadas por ningún otro japonés. Hasta aquí he llegado. El texto consta de más de 700 páginas, pero gracias a lo fascinante del relato y a la sencillez del lenguaje utilizado, es increíblemente ágil de leer.

Este libro es uno de los grandes clásicos literarios del género de viajes y aventuras. A principios del siglo XX, cuando Kawaguchi estaba de regreso en Japón, Annie Besant, la entonces presidente de la Sociedad Teosófica y amiga del autor, le pidió para leer los manuscritos, y entonces le pidió que se apurara en publicar el libro en inglés para que el mundo entero pudiera conocer la historia. Fue, entonces, a instancias de Annie Besant que Kawaguchi decidió terminar de traducir sus manuscritos y editarlos para su posterior publicación en la lengua inglesa.

No sé cuán difícil pueda ser conseguir este libro en occidente, pero lo pueden comprar por Amazon. Cuando entré a leer los comentarios antes de comprarlo, vi que tenía críticas muy positivas de los compradores.Yo, personalmente, lo compré en Katmandú, Nepal. Lo vi por primera vez en una aldea llamada Ghorepani, en los Himalayas. Pero para no recargar más mi mochila, esperé hasta llegar a la capital luego de mi treking para comprarlo en una librería del centro. Katmandú es el mejor lugar del mundo para comprar libros sobre aventuras, montañismo, senderismo y espiritualidad.

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