martes, 17 de diciembre de 2013

Las dos principales sectas del budismo tibetano: la de las Capuchas Rojas y la de las Capuchas Amarullas

Padmasambhava en Yam-Yum
Hemos mencionado antes, en el blog sobre las tres principales tradiciones budistas, que Bután y Tibet siguen una tradición budista muy particular que se llama Vajrayana (Vehículo Secreto), aunque también se la conoce como Tantrayana, Mantrayana, Budismo Esotérico o Rayo Diamantino (este último nombre hace referencia al principal objeto litúrgico que manipulan los monjes mediante mudras secretos. Es un artículo largo de bronce, igual de ambos lados, y que se manipula con una sola mano. Representa un rayo de poder, y se asocia con la fuerza masculina).


Aunque ambos países siguen la misma tradición, pues fue el mismo gurú el que introdujo este tipo de budismo en ambos países, voy a limitarme a nombrar al budismo tibetano, que es del que se tienen más referencias, y actualmente es de mayor relevancia. Probablemente (aunque no puedo asegurarlo) lo mismo aplique en rasgos generales a las principales sectas budistas que se siguen en Bután.

El budismo tibetano se dividen en dos corrientes principales, cada una de las cuales se subdivide en varias sectas diferentes: 1) la Vieja Secta o tradición de las Capuchas Rojas, y 2) la Nueva Secta o tradición de las Capuchas Amarillas.

1) La Antigua Secta, o Capuchas Rojas: Ésta es la más antigua secta budista en Tibet, y fue fundada por Lopon Rinpoche, o Padmasambhava, como también se le conoce. El nombre Padmasambhava significa "Nacido de una Flor de Loto", pues la leyenda dice que él surgió en el mundo de esa manera. Hay tantos mitos y leyendas improbables en torno a la figura de Guru Rinpoche (como también se le conoce), que ha conseguido prácticamente borrar detalles más probables y comunes de su vida, si es que los tuvo.

Padmasambhava introdujo el budismo tántrico en Tibet por el siglo VIII D.C. Pero éste ha seguido evolucionando y transformándose dentro de Tibet en el correr de los siglos.

Las características más notables de este tipo de budismo (que por sus características son muchos los académicos que cuestionan su calidad de "budista") son la laxitud extrema con que se fomentaba a los monjes y sacerdotes en la forma de guiar sus vidas. Esto incluía:

a) Estimular la práctica sexual de manera desenfrenada.

b) Permitir el uso y abuso de bebidas alcohólicas y otros intoxicantes.

c) Comer especialmente mucha carne.

Estas tres prácticas son absolutamente opuestas a lo más esencial de los códigos budistas con que se instruye a los monjes en todas las demás órdenes budistas en el mundo entero. La razón que en su tiempo Padmasambhava dio para este tipo de vida en exceso distendida es la siguiente:

Él decía que a través del placer se podía llegar a participar de la naturaleza de Mahabodhi. Esto equivale a una identificación en cierto grado. Y como los placeres sensuales eran considerados el mayor placer en la vida de un ser humano, se concluía que para alcanzar Mahabodhi uno debía volcarse desenfrenadamente en este tipo de pasiones, ya que ésta era la mejor manera de llegar a revelar la esencia primera de Atman (Alma Universal), que carece de Yo o de Ego. Y justamente porque la esencia de Atman carece de Ego, es sostenía que el desenfreno pasional llevaría a la identificación con esta Alma Universal.

En los templos tibetanos es muy común ver imágenes de Padmasambhava en "Yam-Yum" (en ritual sexual tántrico, sentado en posición de loto y con una de sus esposas sentada encima de él y abrazándolo).

En cuando a la regla del uso de bebidas alcohólicas se origina en la creencia desde siempre enraizada en Tibet de que el consumo de alcohol resulta en uno de los placeres más grandes del mundo. De hecho existe una expresión tibetana "chamchan" que se traduce en que el placer más grande posible es beber alcohol y té de manteca (tradicional té tibetano) indefinidamente. Y un hombre inteligente debe procurar el placer máximo, pues éste es el camino más directo para alcanzar la realización.

La regla de comer carne resulta de la afirmación de que al comer la carne de los animales, uno está realizando un gran acto de compasión, porque se le otorga al alma del animal la oportunidad de realizarse indirectamente mediante la integración con la persona que come su carne.

Esta secta budista llevó estos principios hasta un grado tal que surgió una alarma generalizada por el grado de degradación moral en todo el país, y especialmente entre los monjes o lamas. Por eso luego un reformador que entre los siglos XIV y XIV se dedicó a fundar una nueva orden y a sostener que el código budista verdadero era contrario a todos los excesos que caracterizan la forma de vida de los monjes del momento.

Je Tsong-kha pa 
2) La Nueva Secta o tradición de las Capuchas Amarillas: El reformador que fundó esta nueva tradición era un monje muy recto que se llamaba Je Tsong-kha pa (o Je Tsongkhapa), y vivió entre 1357-1419). Le llevó mucho tiempo fundar su nueva orden, pues al comienzo no había suficientes monjes en el país entero que clasificaran para formar parte de ella. Pero con el tiempo, junto con sus primeros discípulos estableció la base de su nueva secta, que fue aceptada como la corriente a seguir por el Dalai Lama y su séquito. Esto se debe al calamitoso estado de corrupción y degeneración que había alcanzado la Vieja Secta de las Capuchas Rojas. Los nuevos monjes lamas de Nueva Secta, como rasgo distintivo, comenzaron a usar hábito amarillo y capucha amarilla, en lugar de la roja.

Sin embargo, el simbolismo de la vieja escuela estaban ya demasiado integrados a la sociedad tibetana, así que la nueva escuela tuvo que hacer varios compromisos e incorporar el antiguo simbolismo, pero dándoles nuevos significados que no tuvieran ninguna referencia a nada de carácter sexual (a pesar de que muchos de estos símbolos eran claras representaciones de actos sexuales o rituales tántricos). Esto también se debe a que la sociedad tibetana necesitaba una faceta esotérica además de los meros códigos de moral budista y de comportamiento correcto.

Con el tiempo esta Nueva Secta predominó, y es la que sigue el Dalai Lama hoy en día. Pero ambas sectas tienen sus monasterios y sus seguidores. Y con los siglos, la nueva ha incorporado muchas más cosas de la vieja secta, así como supersticiones y creencias en oráculos, y dioses y espíritus malignos que vienen de mucho más atrás: de la antigua religión Bon que era la religión tibetana antes de la introducción del budismo.

Madame Blavatsky, a quien se le acredita haber estudiado budismo tibetano con grandes maestros lamas, decía que en Tibet se encuentra la más auténtica expresión del budismo (en la Nueva Secta de las Capuchas Amarillas) y la más diabólica de todas (en la Vieja Secta de las Capuchas Rojas). Y llegó a afirmar que en esta secta que entonces existía principalmente en la parte occidental del Tibet y en Bután se practicaba la más terrible y abominable forma de magia negra que se pudiera imaginar. Hasta aquí acerca de las dos principales sectas del budismo tibetano.

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