viernes, 6 de diciembre de 2013

Visita a Shirdi, lugar donde vivió y murió Sai Baba de Shirdi

En agosto de 2013, durante mi segundo viaje a India, volé a la ciudad de Aurangabad para especialmente visitar el pueblo de Shirdi y quedarme allí algunos días para recorrer el lugar donde Sai Baba de Shirdi vivió hasta hace 100 años, y recibir Darshan. Aurangabad es la ciudad principal más cercana a Shirdi. Kopergaon está bien más cerca aún, pero es mucho menor y no cuenta con un aeropuerto. El aeropuerto de Aurangabad es nuevo y prolijo, aunque desgraciadamente no cuenta con un servicio de transporte público apropiado. Al llegar hablé con el gerente del aeropuerto para asegurarme de obtener información correcta. Para mi sorpresa, allí mismo me enteré que por ciertas medidas de seguridad recientes en el país, ya no era posible a extranjeros adquirir chips para teléfono celular. Incluso, para los indios llevaba tres días conseguir un nuevo chip y tenerlo habilitado. 10 meses antes, cuando viajé a India con mi esposa y con mi suegro, había podido comprar uno en el momento, sólo con presentar una foto mía y mostrar mi pasaporte. El motivo principal para querer tener mi celular habilitado, era para aprovechar un servicio 3G que me permitiera usar el GPS y saber siempre adónde estoy y cómo llegar adonde deseo ir. Pero por suerte, mi teléfono celular tenía GPS integrado, así que, aunque sin la misma respuesta y funcionalidad, me terminó siendo de gran ayuda de todas formas.


Lo otro que me decepcionó fue que no hubiera a esa hora de la tarde, y por el resto del día, un servicio de bus que me llevara al centro de la ciudad, y mucho menos a Shirdi, que quedaba a unas 3 horas. Y yo quería evitar tener que negociar con un taxista que, por ser turista, procuraría cobrarme un precio absurdamente más elevado para llevarme adonde debía ir.

Afortunadamente, el gerente de una de las agencias de taxis que vio que yo no tenía voluntad de contratar un auto solo, me dijo que el próximo vuelo estaba por llegar, y que seguramente habría alguien más deseando ir directo a Shirdi, y que podríamos compartir el transporte. Para mi fortuna, luego de esperar llegó un familia de Sikhs que habían viajado expresamente para hacer su peregrinación a Shirdi y recibir Darshan de Sai Baba. Sentí especial tranquilidad por el hecho de que fueran Sikh. Y al final resultaron ser una familia encantadora, y compartieron su merienda conmigo a lo largo del camino, incluyendo una parada en la ruta para tomar un Chai, o té con leche indio, con azúcar y una mezcla de especias. Un vaso de Chai cuesta aproximadamente 5 Rupias, o algo así como 8 o 9 centavos de dólar americano.

Llegamos a Shirdi por la noche, y el chofer dejó a cada uno en sus respectivos hoteles. Unos amigos indios me habían sugerido previamente que no viajara a India sin reservar el alojamiento con anticipación. Eso fue lo que hice, pero descubrí que quizás no fue una buena idea. Noté que todos los hostales en los que me hospedé en India me cobraron más caro por haber hecho las reservas online a través de los sitios de reservas que cobran una tasa. Además, todos los hoteles en los que me hospedé tenían lugar de sobra, sin contar la enorme competencia que había alrededor. Y en particular, eso fue más crudo en Shirdi, ya que mi hostel era un desastre y a un radio de 1 o 2 cuadras había varias opciones más convenientes. Quizás fueran igual de desastrosos, pero al menos por poco más de la mitad de precio.

Prácticamente todo lo que hay para ver en Shirdi está dentro del área protegida del complejo de Sai Baba. Esa área está amurallada y tiene varias entradas protegidas por policías, y los peregrinos pueden hacer cola por cualquiera de ellas para entrar. Los guardias de cada entrada revisan a las personas para asegurarse de que entren descansas, sin teléfonos celulares y sin cámaras de fotos o filmadoras. Para tales efectos hay, enfrente, varios puestos donde se puede entregar los calzados y demás efectos personales (para quien anime a dejar algo más que meramente el calzado). Éstos quedan en un lugar numerado, y uno se retira con un boleto para retirarlos más tarde. El costo era de 2 Rupias. Pero, para mi mayor tranquilidad, a partir del segundo día decidí simplemente salir de mi hotel descalzo. Después de todo, el pueblito de Shirdi es tan pero tan sucio y polvoriento, que uno termina por no hacerse problema a la mugre. Y debo confesar que durante los dos días y medio que me quedé allí, debido al lamentable estado de las instalaciones de mi hostel, no tomé baño ni una vez. Sólo me limitaba a lavarme los pies, las manos y la cara.

Dentro del complejo de Sai Baba se encuentran:

- el Dwarkamai: Mezquita donde Sai Baba de Shirdi vivía y pasaba la mayor parte del día, y en la cual recibía a las personas que iban a verlo. Aquí también estaba su Duni o fuego sagrado, que cuidaba para que estuviera permanentemente encendido, y que aún lo está al día de hoy (ininterrumpidamente), gracias a la fundación creada por sus devotos. El Udi sagrado al que se le adjudican efectos milagrosos, proviene de este Duni.

- La Chavadi: Ubicada al lado de la mezquita, y donde Sai Baba dormía salteadamente.

- El templo de Ganesha.

- Las tumbas de varios de sus más fieles devotos que lo acompañaron durante su vida.

- El templo principal de Sai Baba (terminado de construir poco antes de su muerte, y donde hoy descansan sus restos mortales. Éste es el principal recinto de adoración, y adonde los devotos van a recibir Darshan).

- El Lendi o jardín que Sai Baba recuperó y cuidó hasta el final.

- El Gurustán (arból donde Sai Baba fue visto por primera vez, cuando solía dormir y pasar los días, y debajo del cual se dice que están enterrados los restos mortales de su Gurú en una especie de templo subterráneo).

- Las Padukas de Sai Baba: las huellas de sus pies, tomadas por uno de sus devotos, y que eran adoradas por sus fieles al igual que el mismo Baba.

- El pozo o aljibe de donde Sai Baba solía sacar agua.

- El museo donde se encuentran varios efectos personales usados por Sai Baba y por sus fieles devotos, así como fotos de cada uno de ellos.

- Una librería de la fundación de Sai Baba de Shirdi (que tiene libros y material subsidiados a un precio ridículamente bajo).

- La oficina desde la cual se reparte gratis el Udi o cenizas del Duni de Sai Baba, que hasta el día de hoy jamás se ha apagado, gracias al cuidado de la Fundación de los devotos de Sai Baba.

- La casa de descanso que fue construida para alojar a los peregrinos que venían a recibir Darshan de Sai Baba.

También se encuentra la administración y otras cosas más de menor importancia.

El día comienza a las 6 de la mañana cuando se abre el templo principal que contiene los restos mortales de Sai Baba y la estatua de mármol que lo representa hoy. Todos los días principales del templo bañan y visten a la estatua tal como lo hacían a Sai Baba en vida de éste. Este ritual es abierto al público. Hay que madrugar y hacer cola para poder entrar y presenciarlo. Mientras uno espera en las largas colas para acceder al interior del recinto, donde uno no puede detenerse por más de unos segundos, pues la cola debe seguir avanzando para que todos puedan llegar, se pueden escuchar los gritos de Hai Sai y otros cantos devocionales a Sai Baba por parte de los miles de devotos que están haciendo cola para entrar.

Sai Poornima: Los jueves son el día especial de Sai Baba donde se realiza la procesión en honor a él que comenzó a realizarse durante su vida, y aún hoy continúa haciéndose. Ese día hay Puja especial en su honor.

Las cúpulas del templo principal son hermosas vistas desde afuera, terminando en dos puntas doradas. Fuera del complejo lo único valioso que hay para visitar es:

- El bazar que se encuentra detrás del complejo.

- El pequeño templo de Khandoba sobre la carretera principal, donde Mahalsapati saludó a Sai Baba al regresar éste a la ciudad, llamándolo por primera vez con el nombre de "Sai".

- Dos cuadras más por la carretera principal hay otro pequeño templo dedicado a Sai Baba y a sus discípulos.

Para toda la visita alcanza un día entero en Shrdi. Pero si uno viaja de tan lejos, como hice yo, puede preferir quedarse dos o hasta tres días máximo para repetir el itinerario día tras días. Pero quizás tres ya sea demasiado, pues literalmente no hay nada más que hacer, y Shirdi es una ciudad muy sucia y polvorienta, donde el agua potable, el papel y el jabón son bienes relativamente preciados, con un nivel de ruido bastante insoportable a causa de las bocinas de las motos, y personas mendigando en masa, que terminan haciendo de la experiencia una vivencia tanto espiritual como agotadora.

En Shirdi, al igual que en toda la región de Maharashtra (cuya ciudad principal es Aurangabad), se vive una real barrera lingüística. Esto se debe a que la lengua oficial en toda la región es el Marati. Entonces, como segunda lengua, los locales aprenden el hindi. Por lo tanto, penosamente difícil hacerse entender en esos lugares con los locales. En otras ciudades, como Delhi y Varanasi (Benares), la lengua oficial es el hindi, y por ende, como segunda lengua todos hablan inglés. Pero los que ya hayan estado en Delhi no crean que tendrán la misma suerte para comunicarse en la región de Maharashtra.

La terminal de ómnibus queda a pocas cuadras del complejo de Sai Baba, hacia el oeste por la carretera principal. Pero me costó hacerme entender para encontrarla. Desde allí se puede tomar un bus cama muy barato hasta la ciudad de Aurangabad.

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