Son las 2:05 AM de la madrugada del 25 de diciembre, y recién acabo de regresar de festejar la Noche Buena con mi familia. Y me quedé pensando en el comentario que hizo mi madre respecto a que esta Navidad se escucharon muy pocas explosiones comparado con años anteriores. Yo también me quedé con la misma impresión. Parece que lo poco que hubo se concentró alrededor de la medianoche, y aún en el momento más álgido, fue mucho menos que lo que estamos acostumbrados a ver y oír.
Alguien comentó algo acerca de una convocatoria por Facebook para desinsentivar a las personas de tirar bombas y fuegos de artificio a causa de la enorme cantidad de heridos por quemaduras, y a causa del trauma que las explosiones causan a los animales.
Estoy de acuerdo y me adhiero a ambas razones, y me alegro si éstas fueran las causas verdaderas. Sin embargo, me cuesta mucho creer que Facebook pueda tener una convocatoria tan grande en este caso, y más con esos motivos. Quizás esté equivocado, y si lo estoy, me alegro. Pero sea como sea, sigo extrañado del poco ruido que se escuchó. Estaré especialmente atentó al 31 por la noche.
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