Hace pocos días terminé de leer "La Muerte de Iván Ilych", de León Tolstoy. La figura de Tolstoy que describí brevemente en un artículo anterior fue lo que me llevó a adquirir este libro. Particularmente por ser posterior a su crisis existencial-espiritual, a partir de la cual considero que su vida tomó el rumbo como el hombre de fe que se lo conoce.
"La Muerte de Iván Ilych" es una de sus obras más trascendentes, y sin embargo es muy corta. No llega ni a 100 páginas, pero tiene un poder de conscientización muy fuerte y particular.
El libro comineza con la muerte de Iván, quien era aun magistrado muy respetado y prestigioso. Luego pasa a relatar su vida desde su juventud hasta su muerte, y donde coloca más énfasis es en la etapa de la enfermedad que le lleva a la tumba en unos pocos meses. Pero lo maravilloso de esta novel corta radica en el proceso de Iván a través del cual pasa por todas las etapas más típicas de un enfermo terminal que siempre llevo una vida meramente materialista: incredulidad, duda, miedo, ilusiones y esperanzas, odio y desprecio hacia el mundo por la falta de empatía, desprecio por toda la superficialidad y falsedad con que descubre que lo tratan (aunque descubre que ésa había sido también su actitud durante su vida entera), angustia, terror por lo desconodico, agonía y tormento (pero aún así sigue prefiriendo la agonía, antes que la "aniquilación total" que sobreviene con la muerte, dudas existenciales, rever y replantearse su vida entera, desesperación espiritual y búsqueda de respuestas, y finalmente redención y paz. Todo esto descrito de forma exquisita por quien está considerado el mayor exponente del mundo del realismo literario.
Recomiendo ampliamente este libro por lo que nos hace sentir, experimentar, reflexionar, y porque puede leerse rápidamente. En mi caso particular, además me llevó a comprender la razón de la actitud absorbente que tienen los enfermos terminales, y particularmente de algunas personas que ya no están más.
No es un libro deprimente. Es un libro hermoso.
"La Muerte de Iván Ilych" es una de sus obras más trascendentes, y sin embargo es muy corta. No llega ni a 100 páginas, pero tiene un poder de conscientización muy fuerte y particular.
El libro comineza con la muerte de Iván, quien era aun magistrado muy respetado y prestigioso. Luego pasa a relatar su vida desde su juventud hasta su muerte, y donde coloca más énfasis es en la etapa de la enfermedad que le lleva a la tumba en unos pocos meses. Pero lo maravilloso de esta novel corta radica en el proceso de Iván a través del cual pasa por todas las etapas más típicas de un enfermo terminal que siempre llevo una vida meramente materialista: incredulidad, duda, miedo, ilusiones y esperanzas, odio y desprecio hacia el mundo por la falta de empatía, desprecio por toda la superficialidad y falsedad con que descubre que lo tratan (aunque descubre que ésa había sido también su actitud durante su vida entera), angustia, terror por lo desconodico, agonía y tormento (pero aún así sigue prefiriendo la agonía, antes que la "aniquilación total" que sobreviene con la muerte, dudas existenciales, rever y replantearse su vida entera, desesperación espiritual y búsqueda de respuestas, y finalmente redención y paz. Todo esto descrito de forma exquisita por quien está considerado el mayor exponente del mundo del realismo literario.
Recomiendo ampliamente este libro por lo que nos hace sentir, experimentar, reflexionar, y porque puede leerse rápidamente. En mi caso particular, además me llevó a comprender la razón de la actitud absorbente que tienen los enfermos terminales, y particularmente de algunas personas que ya no están más.
No es un libro deprimente. Es un libro hermoso.